Más de 200 celulares encontrados en chatarrerías de Ibagué

Milton Restrepo, Secretario de Gobierno de Ibagué, ha destacado el continuo avance de las operaciones en las chatarrerías de la ciudad, lugares donde se están descubriendo objetos de origen incierto que podrían estar relacionados con hurtos.

“Estamos llevando a cabo operativos para combatir la receptación, enfocados en la cadena delictiva de robos a personas, celulares, autopartes y vehículos. Recientemente, llevamos a cabo inspecciones en dos chatarrerías ubicadas en la calle 19 con carrera Primera y otra en el barrio Palermo, sobre la avenida Pedro Tafur”, informó el funcionario.

Según Restrepo, se descubrieron elementos tecnológicos como celulares, computadoras y piezas de automóviles, lo que condujo al cierre de estos establecimientos. Además, una persona fue detenida en relación a estos hallazgos.

La incautación de más de 200 celulares está siendo investigada en relación con los delitos de hurto y posible receptación, pues estas chatarrerías también poseían tarjetas de crédito y celulares que habían sido robados previamente. La investigación resultó en el arresto de los dueños de la chatarrería en el sector Palermo, donde también se encontraron computadoras de alto rendimiento y autopartes.

Restrepo subrayó la determinación de continuar con estas acciones operativas para contrarrestar delitos como la receptación, los cuales podrían estar alimentando la delincuencia en la ciudad. “Si es necesario cerrar todas estas chatarrerías que se dedican a comprar objetos robados, lo haremos junto con la Policía. No toleramos ni a quienes compran ni a quienes facilitan este tipo de actividades”.

Adicionalmente, se ha sabido que estos operativos han resultado en el cierre de tres negocios en barrios como Palermo, Eduardo Santos, Vuelta del Chivo y las Cristalinas, todos dedicados a la compra y venta de reciclaje y chatarra, en un esfuerzo por combatir la receptación.

Finalmente, las autoridades confiscaron 200 celulares, dos computadoras, dos tabletas, dos relojes, un contador y un arma de fuego de aire comprimido. La valoración aproximada de estos elementos asciende a 10 millones de pesos.